Atrás ha ido quedando aquella antigua visión de que la responsabilidad de las empresas y los negocios es simplemente generar utilidades para sus socios, y que su aporte al bien común consiste exclusivamente en crear empleo y pagar impuestos. Hoy día, las empresas son más conscientes de que la viabilidad de su negocio depende íntimamente de las posibilidades de desarrollo de su entorno. En este sentido, un negocio o empresa tiene más posibilidades de ser rentable, de incrementar ventas y acceder a mercados diversos y de calidad, si existe un ambiente de bienestar en los contextos donde se encuentra. Por otro lado, la construcción de la paz, el desarrollo sostenible y el goce de los derechos humanos, necesita de un sector empresarial próspero, corresponsable y consciente de sus capacidades y recursos.   

La Fundación Ideas para la Paz ha identificado al menos tres capacidades centrales que tienen las empresas para el mejoramiento de las relaciones con sus grupos de interés, el desarrollo sostenible y la construcción de la paz: diálogo, cooperación y toma de decisiones.

Capacidades para la transformación del territorio.
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Uno de los caminos más efectivos para generar relacionamiento de calidad entre las empresas y sus grupos de interés, es liderando o participando en procesos de diálogo. El fortalecimiento de la capacidad de diálogo por parte de empresas y empresarios, sumado al liderazgo natural que ejercen en su entorno, propiciará y facilitará la generación de ambientes de confianza y bienestar. Así mismo, le permitirá tomar mejores decisiones que contribuirán al desarrollo sostenible del territorio, y que mejorarán sustancialmente la viabilidad y el beneficio del negocio.  

Participar en procesos de diálogo también abre la posibilidad a las empresas de establecer alianzas y relaciones de cooperación. Para las compañías, cooperar supone construir objetivos comunes con sus grupos de interés, partiendo del reconocimiento de las diferencias y de las características del entorno.  

Una operación y gestión empresarial que provoca intencionalmente relaciones de cooperación con sus grupos de interés (independientemente de si cuentan con los mismos intereses), aumenta la generación de valor compartido y eso tiene, a su vez, un impacto positivo sobre la sostenibilidad del negocio y de su entorno.  

Para finalizar, es necesario hablar de un elemento fundamental para cualquier empresa o negocio: la toma de decisiones. En todo momento se toman decisiones, pero nuestra hipótesis es que cuando una empresa participa activamente de procesos de diálogo, conoce e identifica sus grupos de interés, está interesada por establecer relaciones de cooperación y es consciente de su corresponsabilidad con el desarrollo sostenible del entorno donde opera, toma mejores decisiones. 

Una empresa que está abierta a tomar decisiones informadas, innovadoras y atentas a los impactos del entorno, tiene mayores posibilidades de enfrentarse a los retos del contexto, contribuir al desarrollo y aportar a la construcción de paz.   

En conclusión, el diálogo es una capacidad que aporta a la generación de confianza y al desarrollo sostenible del territorio. También lo hace a la sostenibilidad de la empresa y el negocio, pues permite a los empresarios, a partir de una genuina interlocución y reconocimiento del otro, establecer relaciones de cooperación entre diversos actores con el fin de tomar mejores decisiones. Así se configura el ciclo virtuoso del diálogo, cooperación y toma de decisiones.  

 

Para conocer más sobre el aporte del sector empresarial a la construcción de paz consulte nuestro especial "Conceptos e ideas alrededor de la construcción de paz: ¿Cuáles pueden ser los aportes del sector empresarial y cómo entenderlos?"

También lo invitamos a conocer algunos aprendizajes de cómo cuatro emprendimientos han aportado a la construcción de paz. Para ello consulte el documento: "Aprendizajes de paz y sector productivo"

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