Este libro plasma la historia y reconstruye la memoria de los campesinos de El Toco, campesinos que sufrieron la violencia paramilitar y fueron despojados de sus tierras, sin tener posibilidad de recuperarlas pues estas habían sido vendidas a nuevos campesinos que llegaron a la región a finales de la década de los 90. Esta situación de incertidumbre frente a la tenencia de tierras se tradujo en la división de la comunidad de El Toco hasta el presente, pues ambos grupos sienten su derecho a reclamar su predio. Así, se exponen los distintos momentos que estos campesinos han vivido durante el conflicto armado y, posteriormente, durante el proceso de restitución de tierras.
Este texto está dividido en seis capítulos en los que se tratan la invasión del predio El Toco y el nacimiento de la comunidad, las formas de control territorial de los grupos guerrilleros en el Cesar y la relación entre insurgentes y campesinos, el despliegue de las operaciones carboneras en la región y la forma como se articuló el desarrollo económico a las políticas de seguridad, la incursión paramilitar en El Toco y su uso estratégico de la violencia y, por último, la vida actual del desplazado, la experiencia extrema de la violencia y lo que esto significó para la disputa por la tierra.