La Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz significó no solo la presencia de importantes laureados, sino que además propició un acercamiento entre ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, empresarios, academia y estudiantes, frente a las discusiones, retos y desafíos que plantea construir paz en Colombia.
Uno de los grandes aprendizajes del panel sobre Paz y Sector Privado, que moderó María Victoria Llorente, directora de la FIP, está relacionado con el cambio de paradigma entre el lucro y el bienestar. Estos pueden ir de la mano, sin comprometer los recursos de generaciones futuras.
Hoy, los ciudadanos esperan de las empresas y los empresarios un compromiso mayor frente al uso racional de los recursos, que su actuar sea ético y responsable, y que trasciendan sus actividades empresariales habituales. La firma de la paz en Colombia puede ser una oportunidad única para reafirmar el compromiso que tienen los empresarios con la sociedad en torno a la generación de bienestar, pero también para generar oportunidades de desarrollo en las zonas más afectadas por el conflicto e históricamente marginadas de las dinámicas del país.
Este documento de la FIP, titulado El aporte empresarial a la paz y al desarrollo sostenible: desafíos y oportunidades, busca dar luces a los empresarios frente a los desafíos de la implementación de la paz en Colombia. Para ello se abordan elementos conceptuales, de investigación y reflexión, relacionados con las temáticas desarrolladas por los participantes durante el panel así:
Vínculos entre el desarrollo y la construcción de paz. El sector empresarial goza de capacidades técnicas, administrativas, organizacionales, financieras y capital humano para contribuir a este objetivo. Su aporte no se limita solamente a la creación de empleo y oportunidades económicas.
Visión ética de los negocios. Las empresas son importantes generadoras de valor social. Además de su naturaleza productiva, deben aportar a la transformación positiva de las realidades sociales y a la solución de problemáticas que afectan lo público.
Empleo para la paz. El posconflicto requiere de las empresas un enfoque de inversión pública y privada de “doble inclusión”: la inclusión social –entendida como provisión de servicios sociales– y la inclusión productiva, referente a la creación de empleos de calidad.
Inversión responsable para la construcción de paz. Las empresas, y particularmente el sector financiero, están llamadas a promover inversiones justas, pacíficas y sostenibles, atentas a consideraciones sociales y ambientales.
Incentivos tributarios para las empresas que contribuyan en la construcción de paz. El Estado, por sí sólo, no puede llevar progreso a los territorios más afectados por el conflicto. Aquí, la empresa privada puede ser un gran aliado. Para ello, el Gobierno Nacional ha dispuesto incentivos tributarios para las empresas que deseen generar mercados de calidad y oportunidades de desarrollo en territorios golpeados por la violencia.
Otras acciones del sector empresarial para la construcción de paz. · Aparte de invertir en territorios afectados por el conflicto y de respetar los derechos humanos, las empresas pueden hacer otros aportes que propicien condiciones de paz en los territorios, como a través del voluntariado o la generación de encadenamientos productivos responsables.
José Manuel Salazar, Bruce Mac Master y Bernardo Kliksberg. CCB
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): herramientas de acción para la paz. No podrá haber estabilidad social o paz duradera si hay hambre, pobreza y desigualdad. Un ejemplo de metas comunes en estos ámbitos entre sociedad civil, empresa y gobierno, son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Este documento no agota todos los temas y las discusiones que en el ámbito nacional e internacional se desarrollan frente a empresas, desarrollo y construcción de paz. Sin embargo, puede ayudar a guiar a las empresas, sus colaboradores y dirigentes en los asuntos relacionados con el quehacer de la paz en Colombia.
La FIP busca que las empresas, en su conjunto, asuman el reto de construir la paz nacional, además de que cada una, de acuerdo con su perfil y capacidad, haga lo propio en su respectiva zona de operación. También invitamos a que cada empresa identifique otros desafíos y oportunidades para la paz, que en sus ámbitos de influencia se estén desarrollando o puedan ser potencialmente realizables.